Beato isidoro bakanja

Trabajó como asistente de masón de piedra para colonos blancos en lo que entonces era el Congo belga y luego conocido como Zaire o simplemente el Congo. Convertir, bautizado el 6 de mayo de 1906 a los 18 años después de recibir instrucciones de misioneros de Trappists. Rosario en la mano, usó cualquier oportunidad para compartir su fe; Aunque no lo han entrenado, muchos lo consideraron como catequista.
Dejó su pueblo natal porque no había compañeros cristianos, y trabajó como doméstico en una plantación de caucho belga. Muchos de los agentes belgas eran ateos que odiaban a los misioneros debido a su lucha por los derechos y la justicia nativos; Los agentes usaron el término «Mon Pere» para cualquier persona asociada con la religión. Isidore encontró su odio cuando le pidió que se fuera a casa. Los agentes se negaron, y se le ordenó dejar de enseñar a los compañeros de trabajo cómo rezar: «¡Tendrás toda la aldea rezando y nadie trabajará!» Le dijeron que descartara su escapular, y cuando no lo hizo, fue azotado dos veces. La segunda vez que el agente arrancó el escapular del cuello de Isidore, lo hizo inmovilizar al suelo y luego golpeado con más de 100 golpes con un látigo de piel de elefante con clavos en el extremo. Isidore fue encadenado a un solo lugar las 24 horas del día.
Cuando un inspector llegó a la plantación, Isidoro fue enviado a otra aldea. Se las arregló para esconderse en el bosque, luego se arrastró al inspector. «Vi a un hombre», escribió el inspector horrorizado, «Ven del bosque con la espalda destrozada por heridas profundas, supurantes, malolientes, cubiertas de suciedad, asaltada por moscas. Se apoyó en dos palos para acercarse a mí, no estaba caminando; Se estaba arrastrando a sí mismo ”. El agente ateo que había derrotado a Isidore intentó matar «ese animal de Mon Pere», pero el inspector lo evitó. Llevó a Isidoro a casa para sanar, pero Isidore sabía que su final estaba cerca. «Si ves a mi madre, o si vas al juez, o si conoces a un sacerdote, diles que me estoy muriendo porque soy cristiano».
Dos misioneros que pasaron varios días con él informaron que recibió devotamente los últimos sacramentos. Los misioneros instaron a Isidoro a perdonar al agente; Les aseguró que ya tenía. “Rezaré por él. Cuando esté en el cielo, rezaré por él mucho. Después de seis meses de oración y sufrimiento, murió, rosario en la mano y escapular alrededor de su cuello. Mártir.