San Gerlac de Valkenburg

Nacido en la nobleza, sirvió como soldado en el ejército alemán imperial. Dirigió una vida salvaje y licenciosa, parte como un autopista, hasta la muerte de su esposa, después de lo cual experimentó una conversión. Penance el resto de su vida, primero cuidando a los enfermos en Jerusalén durante siete años, luego regalando su propiedad, con tela de saco y viviendo como un ermitaño en un árbol hueco cerca de su propia propiedad. Cada semana viajaba a Maastricht para venerar las reliquias de San Gervasa, a Aachen, Alemania para venerar Nuestra Señora. Muchas calumnias debido a su vida temprana y sus austeridades. Al final de la vida desarrolló una disputa con algunos monjes locales que querían que se uniera a su monasterio. Amigo de y corresponsal con San Hildegard de Bingen. Tuve una visión de San Gervase el 5 de enero de 1170.