San Parasceva de Roma

Hija de los cristianos ricos Politea y Agathon, y nació después de mucho rezar por ellos por un niño. Inusualmente bien educado para una niña de su tiempo. Cuando sus padres murieron, ella dio su propiedad a los pobres y se convirtió en una predicadora persuasiva e itinerante. Durante un tiempo de persecuciones de funcionarios romanos y judíos, ella trajo a muchos al cristianismo.
Detenido por su fe y su éxito en las persecuciones de Antoninus Pío. Fue torturada para hacerla renunciar a su fe; Ella se negó. Lanzado en una tina de aceite hirviendo, ella se paró ileso. El emperador preguntó si había enfriado el aceite por magia; Ella recogió un puñado y se lo arrojó a los ojos, quemándolo y cegándolo. El emperador gritó por misericordia; Parasceva gritó al nombre de Jesús, y el emperador fue curado instantáneamente. Este milagro movió a Antonino a poner fin a la persecución de los cristianos hasta su muerte en 161.
Parasceva reanudó su predicación, y tras la muerte de Antonino, la Roma imperial bajo Marcus Aurelio reanudó la persecución de los cristianos. El gobernador romano Asclepius la arrojó a un pozo con una serpiente venenosa; Ella hace la señal de la cruz sobre la criatura, se separó en dos como si fuera cortada con una espada, y convirtió a Asclepius y a muchos de su cancha. Arrastrada ante el gobernador Tarasios, comenzó a predicar. Fue torturada para hacerla negar a Dios; Ella respondió a cada pregunta u orden con la palabra Cristo. Sus torturadores finalmente se dieron por vencidos, y ella fue martirizada.