El Padre Nuestro

El Padre Nuestro

El Padre Nuestro es una oración que fue elaborada originalmente por el propio Jesucristo, y mencionada luego en el Evangelio de Mateo (Mateo 6, 9-13) y el Evangelio de Lucas (Lucas 11, 1-4) y recibe también el nombre de oración dominical.

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre

Mateo 6:9

Aunque parece muy sencilla es una oración con mucho significado encerrado en su estructura y contenido. La oración está dividida en tres partes principales: la invocación, las siete peticiones y la doxología final. Las palabras de este rezo son de gran importancia ya que Jesús cumplió cada una de las afirmaciones que se hacen en esta oración.

Además se demuestra la importancia de este rezo al formar parte de el bautismo, la eucaristía y la confirmación: tres sacramentos de la iniciación cristiana.

La Oración

Ora con nosotros:

Padre Nuestro en Español

Padre nuestro, que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
así en la Tierra como en el cielo.
Danos hoy el pan de cada día;
y perdónanos nuestras ofensas
así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en tentaciones,
y líbranos del mal

Amén.

Padrenuestro en Vídeo

https://youtu.be/Zh_ay0XI9fk

Padre Nuestro en Inglés

Our father who art in heaven
Hallowed be thy name
Thy kingdom come
Thy will be done
On Earth as it is in Heaven
Give us this day our daily bread
And forgive our trespasses
As we forgive those who trespass against us
Lead us not into temptation
But deliver us from evil
For thine is the Kingdom,
the Power and the Glory
For ever and ever

Amen.

Padre Nuestro en Arameo

ᵓAḇūn dəḇashmayyā
neṯqaddash shəmāḵ
ti(ᵓ)ṯē malkūṯāḵ
nehwē ṣeḇyānāḵ
ᵓaykannā dəḇashmayyā ᵓāp ba(ᵓ)rᶜā
haḇ lan laḥmā dəsūnqānan yawmānā
washḇūq lan ḥawbayn
ᵓaykannā dā(ᵓ)pḥənan shəḇaqn ləḥayyāḇayn
wəlā taᶜlan lənesyūnā
ᵓellā paṣṣān men bīshā
meṭṭul dəḏīlāḵ (hy) malkūṯā
wəḥaylā wəṯeshbūḥtā
ləᶜālam ᶜālmīn

Padre Nuestro en Latín: Pater Noster

Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a Malo.

¿Cómo rezar esta Alabanza?

Esta es una oración muy sencilla, es ideal para enseñarla a los niños y orar en nuestro día a día. Recuerda que la oración no ha de ser repetida de una forma mecánica, debemos tratar de hablar con el Padre pues Él nos escucha cuando oramos. Siempre rindele honra en el momento del rezo y pide perdón por los pecados.

Cómo rezar el Padre nuestro de forma Diaria

Intenta memorizar las palabras de la oración y reza cada día enfatizando una línea diferente.

Cuando lo conozcas bien, intenta reformular y personalizar cada línea para que se relacione con su vida de forma personal.

El Padre nuestro también es una herramienta poderosa para estructurar la oración diaria: use sus temas para adorar al Señor; interceder por el mundo; solicítale tus necesidades; pedir perdón y perdonar a otros; y rezar por el autocontrol y la protección.

El Padre Nuestro cada mediodía

Creyentes de todo el mundo ponen sus alarmas para el mediodía. Dondequiera que estén y hagan lo que hagan, se han comprometido a hacer una pausa y rezar esta famosa y antigua oración.

A veces, cuando suena la alarma, puede ser inconveniente. Pero en muchos sentidos, es como debe ser; Queremos que nuestro ajetreo sea interrumpido de manera grosera y regular por un recordatorio de nuestras prioridades más profundas.

Como parte de la tradición judía, Jesús se habría detenido al menos tres veces al día para rezarle a su Padre Celestial. Un ritmo como este puede ponerte en algunas situaciones interesantes e incluso incomodas. Cuando esa alarma suena en una reunión de trabajo o en medio de la clase, decir la oración se convierte en un desafío.

Intente rezar la Oración del Señor todos los días durante un mes y vea cómo los temas y las palabras crecen en profundidad y significado.

El Reto Diario:

  • Aprende el Padre Nuestro
  • Configura una alarma a las 12.00 p.m. todos los días
  • Sigue el compromiso de rezar cuando suene esa alarma

El objetivo es que un día a la hora, cada hora, personas en cada zona horaria recen la Oración del Señor.

Mientras una nación duerme, otra está llamando al Reino de Dios a la tierra.

Sobre El Padre Nuestro

La oración se compone partes diferentes, la invocación de Dios por exordio y siete peticiones que en utilidad espiritual como corporal podemos pedir en gloria de Dios

La invocación a Dios

Se invoca a Dios en principio de la oración ya que es el principio de donde nos viene todo Bien y la colmatación de lo que nos es necesario, tanto corporal como espiritualmente.

Invocamos a Dios con las palabras Padre nuestro que estás en los cielos. Y lo llamamos padre ya que es el creador no solo de el humano si no de todas las criaturas. Es también Padre ya que nos hizo a su imagen y semejanza y nos adopta en su gracia como hijos suyos.

Lo invocamos ya que en esta oración esperamos en petición que nos acoja en su gracia y tenga en su providencia con nosotros otorgarnos su piedad paternal en cuanto a lo que le pidamos. Nos referimos a Dios como padre nuestro y no mi padre o padre mio ya que hacemos referencia a que todos somos hermanos bajo la cristiandad y la gracia de Dios.

Las siete peticiones

  1. Santificado sea tu nombre. Pedimos que Dios sea conocido y venerado por todos, que su nombre y gracia sea alabado por todo ser humano y que de esto seamos partícipes, acreditarnos como hijos santos ya que Dios es nuestro Padre santo.
  2. Venga a nosotros tu reino.Pedimos que Dios en su eterna sabiduría reine en nuestra vida terrenal en gracia y virtud y en la otra por su gloria. Que mantenga alejados de nosotros pecados y vicios, enemigos del bien, demonio y carne.
  3. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Pedimos que Dios obre a través de nosotros y que nuestros actos sean de su agrado. Que de un modo perfecto cumplamos los mandamientos que nos fueron dados y que impulse nuestra voluntad para acercarnos a Santos en el cielo.
  4. Danos hoy nuestro pan de cada día. Pedimos que nos otorgue el sustento para nuestra vida mortal de su divina mano sabiendo que nos conviene para la vida eterna. Aparte de nosotros la envidia y codicia y nos alimente de su gracia y divina palabra.
  5. Y perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Pedimos a Dios que nos de nos ayude a olvidar las injurias de nuestros próximos así como para ser perdonados por las nuestras pasadas. Que no finjamos en el perdón para no llevarnos a condenación y que así como nosotros perdonamos que nos perdone Dios Padre.
  6. No nos dejes caer en tentaciones. Pedimos que no nos permita olvidarnos de su gracia y caer en pecado. Que Dios disponga que en el sufrimiento de la tentación nos haga humilde y que la superación de estas nos haga puros.
  7. Líbranos del mal. Pedimos que nos libre de las causas de miseria, tanto en cuerpo como alma. Nos proteja de peligro y de pecado y nos dé fuerzas para vencer las tentaciones y a aquellos que han caído en pecado.

Por qué es importante el Padre Nuestro

Cuando rezamos a Dios Padre con esta oración sacamos provecho usandola por un abreviado Catecismo, podemos usar el Padre Nuestro para acordar y meditar todo su contenido y de lo que trata y hacer de modo individual todas las peticiones que engloba.

Si atendemos a las siete peticiones que están en el Padre Nuestro, hallaremos las verdades que son necesarias creer, los mandamientos que debemos cumplir y los sacramentos que todo cristiano debe recibir. En cierta manera nos acordaremos de toda la materia del Catecismo y esto nos hará meditar y mantener en nuestra memoria el Cristianismo.

Que nos Enseña el Padre Nuestro sobre Dios

Dios quiere que lo llamemos Padre.

Justo después de que Jesús dijo: «Oren así«, pronunció dos palabras: «Padre Nuestro», que apunta a la posición cercana, personal y autoritaria de Dios en la vida de los discípulos, y en nuestras vidas.

Él es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos, porque «hemos recibido el Espíritu de adopción como hijos, por los cuales clamamos,<Abba, Padre>» (Romanos 8:15). Y para que no haya confusión, o mejor aún, no haya comparación entre Dios y los padres terrenales, él hace una distinción importante: «Padre Nuestro que estás en el Cielo»

El nombre de Dios merece el más alto honor.

Nuestro Padre no solo es santo, único, apartado, superior, sino que debemos proclamar «santificado sea tu nombre«, porque él es digno de «recibir gloria, honra y poder» (Apocalipsis 4:11).

Queremos que el mundo sepa cuán totalmente diferente es, cómo nada en la tierra satisface como él, entiende como él, perdona como él y libera como él.

No hay santo como Jehová;

Porque no hay ninguno fuera de ti,

Y no hay refugio como el Dios nuestro.

(1 Samuel 2: 2)

Dios quiere reinar en nuestros corazones y vidas.

Jesús nos recuerda que debemos buscar el plan de Dios, no nuestro propio plan, y hacer su voluntad, no la nuestra. Él quiere que recemos:

«Señor, tus planes, tu camino, tu todo es lo mejor para mí«, no «Esto es lo que quiero que hagas, Dios; así es como lo veo «.

Piensa en las relaciones dañinas que pudiste evitar, aquellos trabajos sin salida que pasaste por alto y las palabras perjudiciales que se detuvieron debido a la gracia que se nos dio para decir: «Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad«.

Dios quiere que dependamos de él para todo.

Por cada bebé que llora para que lo carguen, un niño de 5 años que necesita zapatos nuevos y un adolescente que busca estímulo, la mayoría de las veces, un padre está allí para satisfacer la necesidad.

Mateo 7:11 dice: «Si ustedes que son malvados saben cómo dar buenos regalos a sus hijos, ¿cuánto más dará su padre celestial buenos regalos a quienes lo pidan?» Pero más allá de pedir provisiones terrenales, finalmente quiere que lo hagamos. Encuentra el alimento y la satisfacción solo en Él.

Solo Dios puede perdonar el pecado y eliminar la culpa.

Podemos encontrar consuelo temporal en el pensamiento positivo, pero nada limpia una pizarra como Dios que tiene el poder de quitar el pecado «tan lejos como el este está del oeste» (Salmo 103: 12).

Solo Dios nos protege de la tentación y del enemigo.

Jesús nos indica varios caminos a seguir: “junto a aguas de reposo” (Salmo 23: 2), “senda de rectitud” (Salmo 27:11), “el camino que debes seguir” (Isaías 48:17) mientras que hacia la tentación no es uno de estos caminos.

Él nos ayuda a lograr la victoria sobre el pecado y el maligno, porque «desarmó los poderes y las autoridades» e «hizo un espectáculo público de ellos, triunfando sobre ellos en la cruz» (Colosenses 2:15).

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