San Sunniva de Bergen

Hija de un rey irlandés del siglo X. Para evitar un matrimonio arreglado con un rey pagano invasor, ella, su hermano Alban, y varias compañeras huyeron de su casa para establecerse en una cueva en la isla de Selje en la costa noruega. Algún tiempo después, los lugareños vikingos decidieron que el grupo estaba robando ganado y envió una banda armada para atacarlos. Cuando llegaron, encontraron la cueva sellada por un deslizamiento de tierra; Ninguno de los grupos de exiliados fue visto vivo nuevamente. Años más tarde, alrededor de 995, después de informes de luces extrañas en el área, el rey Olaf Tryggvason hizo abierto la cueva; El cuerpo de Sunniva fue encontrado incorrupto, y el rey construyó una iglesia allí en su honor.
La historia de Sunniva fue contada y revisada a lo largo de los años, a menudo combinando elementos de la historia de Santa Ursula. A veces es una monja liderando a un grupo de hermanas piadosas que buscan soledad. Según fuentes posteriores a la reforma, Sunniva tenía dos hermanas, San Borni y Santa Marita, y su hermano era San Alban.