Santa Lydwina de Schiedam

Su padre era un pobre noble, y su madre era pobre plebeya. Lydwina temprano mostró una devoción de Nuestra Señora de Schiedam. Lesionado en un accidente de patinaje sobre hielo a los 16 años, la costilla rota hizo que la gangrena se pusiera, y Lydwina se paralizó y sufrió durante décadas. Pasó su tiempo rezando, meditando y ofreciendo su dolor a Dios.
Ella desarrolló una devoción a la Eucaristía. Dado a las visiones extáticas en las que se le mostró el cielo y el purgatorio, participaron en la pasión de Cristo y fue visitada por los santos. La leyenda dice que tenía el regalo de Inedia, y que su única comida para sus últimos 19 años era la Eucaristía. Los milagros ocurrieron en el lado de su cama. A veces acusada de ser poseída, fue probada por sacerdotes. Ciego sus últimos siete años. Su visión final fue de Cristo administrándole los últimos ritos. Biografía escrita por Thomas A Kempis.